Durante los últimos meses, desde C.A.S.A. hemos querido dar voz y visibilidad a las empresas que sostienen este proyecto desde hace años, a través de pequeños vídeos publicados en nuestra redes sociales.
Empresarios que, sin buscar protagonismo, han estado detrás de cada cena servida o de cada manta entregada.
Son como ángeles discretos, presentes en lo cotidiano, que nunca aparecen en los titulares pero que hacen posible lo esencial.
A través de nuestras redes sociales —Instagram y Facebook— estamos compartiendo sus testimonios: breves vídeos donde cuentan qué les mueve a colaborar, cómo empezaron y qué significa para ellos formar parte de esta red de ayuda. Queremos abrir las puertas de su generosidad, agradecer su compromiso y mostrar que detrás de cada gesto hay constancia, entrega y corazón.
No hablamos de donaciones puntuales: son aportaciones diarias, sostenidas, que mantienen vivo el proyecto desde hace cinco años.
Empresas como Eurobanan, con Donal O’Driscoll, nos donan fruta fresca cada semana.
Juan Fran Asencio y Paco Torreblanca aportan bollería y panettones.
Jaime Rubí, desde ALCIS, colabora tanto con aportaciones económicas como en especie.
Javier García Cuenca, con Magic Hotel Group, apoya con recursos económicos y empleo.
Y como ellos, muchas más: Tempe, Sprinter, Cayetano Farmacia, Ramón Alonso de Coca-Cola , La Mueblería, Turrones Picó, Sarao Factory, Fundación García Peralta, Inmosol y muchísimas más
Empresas grandes y pequeñas que demuestran que el compromiso social no entiende de tamaño, sino de voluntad.
Gracias a todas ellas, más de 80 personas pueden cenar cada noche, de lunes a viernes, y además reciben calzado, ropa, productos de higiene y la oportunidad de participar en talleres de reinserción sociolaboral.
Y algo se repite en todos los testimonios:
ningún empresario que colabora de forma altruista en proyectos sociales ha dejado de recibir lo que ha dado, multiplicado por cien.
“El que dé por amor a los demás, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más.” San Marcos (10,29-30):
Hoy, incluso los estudios empresariales lo avalan.
Las empresas B Corp, certificadas por su compromiso con la sostenibilidad y el impacto positivo, han demostrado que las compañías que donan y se implican socialmente también crecen en productividad, innovación y resultados económicos.
En España ya superan las 250, dentro de una red mundial de más de 8.000 organizaciones que comparten una misma visión:
hacer el bien también es un buen negocio.
En C.A.S.A. lo vemos cada día.
La solidaridad no es filantropía ocasional: es una forma de entender la empresa, una manera de mirar más allá del beneficio inmediato para construir algo más grande.
Porque cuando una empresa pone su propósito al servicio de los demás, gana ella.
Y ganamos todos.